A cuatro días de las elecciones generales y sabiendo de la segura mayoría absoluta del Partido Popular, a la izquierda no nos queda otra disyuntiva que resignarnos y seguir luchando, cada uno a su manera.
Mi padre siempre nos ha repetido a mi hermano y a mí, que no se debe juzgar lo que no se conoce, claro que, nosotros ya hemos averiguado lo que hace tanto PP, como PSOE. Éste primero, nos arrastró a la famosa "burbuja inmobiliaria", el segundo, no sólo no puso fin a esa locura, sino que con su mala gestión económica, nos ha tirado a todos al vacío.
Al hablar con simpatizantes del Partido Popular, el más común libreto recitado es: "con Aznar, España vivió los mejores años de su historia." Es cierto. Yo recuerdo a mi madre arreglando el jardín, la piscina, pensando en comprar otro coche y, en definitiva, adquiriendo centenares de lujos, además de caros, totalmente innecesarios. Fomento del capitalismo por parte de los papás, el cual entiendo, por haber trabajado de lunes a lunes durante demasiados años, sin disfrutar absolutamente de placeres -pequeños o grandes- de los que disponemos nosotros. El problema viene cuando hay que devolver ese dinero. Llega la crisis, la gente y sus miedos, adiós clientes, negocios abiertos y sin funcionar. Obviamente, la culpa, además de los bancos y sus abundantes y excesivos créditos, es nuestra. Pero para esto, mejor entrar a Youtube y ver el fabuloso análisis económico de Españistán.
¡Adiós, Aznar! ¡Hola, Zapatero! Error. De este señor, no es necesario decir nada salvo que tenemos casi cinco millones de parados. Sin contar a los que trabajan -por ejemplo- dos horas semanales.
Vamos a retroceder años, y no estaremos igual, sino peor. Dado que antes, al menos, la sanidad y la educación eran públicas, manteníamos nuestra constitución y las reformas laborales incluían algún que otro derecho para el trabajador. Esto no es más que la petición de un voto responsable. Piensa de forma libre, vota a otros y quizás nos sorprendan. Rebelarse es la única opción. Apuesto por empezar en las urnas y seguir en las calles. Álzate frente al poder porque somos más. Y si no, nos vemos en la Revolución.