Adopté el término "reiteración" como título de una entrada inexistente hace semanas, cuando miles de voces anónimas se soliviantaron para no dejar escuchar nada que no fuese "democracia real ya". Poseo fruición en ver unidad. Horas y horas en el kilómetro 0 de un país hecho trinchera ahora. Ha despertado la inesperada preponderancia de la fusión y no volveremos a dormir plácidamente ni con los ríos de Alice. Reiteración es eso. Repetición. Democracia, democracia y democracia. Hemos asumido nuestra culpa y hemos sido castigados por nuestro error: exceso de confianza y dejadez ante un sistema comprado. Nos han manipulado, nos han mentido, nos han ocultado decisiones que nos corresponden y nos han censurado cuando hemos pretendido hacer uso de la definición de lo que llamamos 'justicia'. Hemos sufrido palizas e insultos de los que dicen protegernos y desamparo, ataques y abandono de los que afirman informarnos. Y aún así, no estamos solos y tenemos mucho repertorio. Queremos responsabilidades políticas reales y gobernantes y representantes leales. Transparencia, humildad, saldos merecidos e integridad.
Aún se preguntan los de arriba el motivo por el que nos quejamos. Son capaces de hundir el barco sacrificándonos a todos y sonreír a la vez. Y sin embargo, no entienden que nosotros, sus verdaderos jefes, ya tenemos un plan para no ahogarnos.
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